Los
que salieron de la pobreza gracias a la gestión de un gobierno progresista, han
votado en un par de países de la región, por la derecha.
¿Por
qué?
Desde
la perspectiva psicoanalítica, la respuesta que vamos a trabajar es la del
aspecto psicológico que se ha puesto en juego para producir esta paradoja. Lo psicológico de un ser humano, es una cabecita
articulada a otras cabecitas, cuya totalidad llamamos cultura.
Cuando
el profesor Dussel se hace esta pregunta en su curso de la UNAM de “ética y política”
se refiere al ejemplo vivo que están viviendo en México en este momento de inicio
del gobierno de López Obrador, con el partido “Morena”, que lo ha llevado al
poder del estado y que, como estructura de partido, sostiene al gobierno. En
tanto que “Morena” está en una trampa de la comisión electoral del gobierno
anterior, que pretende dinamitar su organización.
La
propuesta básica en la que insiste Dussel, está en la formación teórica de los
miembros del partido que es, a su entender, la que puede evitar que caigan en
las tentaciones egocéntricas y egoístas de la corrupción. Diríamos nosotros, que
caigan en una trampa del propio narcisismo, del propio yo.
Vamos
a tratar de entender el fundamento de esta pérdida del sentido político de los
votantes, que primero se benefician del accionar de un gobierno que vela por
sus intereses, para “olvidar”, en un segundo momento a quién fuera el productor
de su beneficio, para optar elegir ser gobernados por los enemigos de clase, de
los que se habían logrado distanciar.
El
narcisismo, concepto creado por Freud, es el mecanismo fundamental del
psiquismo humano, lo que arma la estructura de la personalidad y del
pensamiento.
Si
nos preguntan cuál es el mayor de todos los pecados, diríamos sin dudarlo que es
el orgullo. Un sentimiento derivado directamente del amor a sí mismo, o
narcisismo.
Freud
llamó a las psicosis, a la locura, “neurosis narcisísticas”. Con lo que nos
sugiere que la pérdida de la realidad, propia de la locura, es un efecto del
amor propio salido de madre, que ha perdido sus límites.
¿Por
qué es tan fuerte el sentimiento narcisístico? Al ser el mecanismo fundamental
de la mente, es la base del edificio mental y tiene el poder de sostener el
pensamiento que nos hace humanos.
Este
amor a sí mismo produce todo tipo de efectos, desde las mejores creaciones del
espíritu, hasta sus más profundos agujeros negros.
Cuando
una población empobrecida logra mejorar su condición, gracias a la ayuda de un
gobierno que ha llevado adelante políticas a su favor; por increíble que
parezca, por efecto de su amor propio, llega a creer que su ascenso social no se
debe a la política del gobierno, sino a sí mismo; a su propio trabajo, a su
propio esfuerzo.
Llegando
a creer al mismo tiempo en los espejitos de colores que le ofrece la estructura
económica consumista a la que ha logrado entrar.
Comete
un error muy interesante para esta reflexión, al pensar que, si ahora tiene
más, puede tener todavía más, como tiene la población de clase más alta y, en
una confusión propia del narcisismo, se identifica con esa clase y la elige
para que los gobiernen. ¿Quién no quisiera ser el más bonito, el más rico? Es
muy humano identificarse con eso si no se tiene la visión de la situación
estructural que le ha permitido salir de la pobreza, y de la fuerza de los
poderes que juegan en la economía de la sociedad.
Formación teórica.
Como
diría Dussel, hay aquí una falta de formación teórica respecto a la política,
la sociedad, y los mecanismos del poder donde está viviendo.
Actúa
por identificación, por lo que en inglés se llama wishful thinking, pensar con
el deseo, pensar con la ilusión.
Falta
un trabajo de comprensión teórica, una visión desde una perspectiva más
distante de la realidad en la que se ve envuelto.
Desde
el punto de vista del psicoanálisis, podemos hablar de dos niveles diferentes,
el imaginario y el simbólico.
El
imaginario es el que nos invade el yo, propio de nuestras ilusiones y anhelos,
y el simbólico es la teoría que nos permite visualizar este campo desde la
distancia.
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