(1) Juan Goytisolo. Más y más cosas, pero menos importantes. Periódico El País, España, 21.01.2012.
“El avasallamiento de culturas juzgadas inferiores por el progreso tecno científico de Europa y Estados Unidos, lamentando el olvido forzado de numerosas lenguas de Asia, África, Oceanía e Indo América, lenguas cuyo vocabulario de uso cotidiano ascendía a más de 3000 vocablos, por un inglés estándar de 500 ó 600 palabras, en su mayoría de una o dos sílabas. Esa lingua franca que es el norteamericano utilitario de hoy fue definida hace más de medio siglo por Margaret Mead como una “lengua unidimensional orientada hacia la descripción de aspectos exteriores del comportamiento y pobre en matices”. Dicha estrategia, al servicio de unos intereses económicos que conducirían a la presente “globalización”, no garantizaba, como sabemos, la capacidad de leer una página impresa (no ya de Shakespeare sino de Kate Morton), sin entender las ideas que contiene y expresa. La conclusión de
Ananda K. Coomoraswany es inquietante: sabemos hoy más y más cosas, pero cada vez menos importantes“. (1)
En este orden de cosas se impone una pregunta dirigida a la reflexión:
¿Para qué sirve pensar si nuestro pensamiento exteriorizado se satisface con los objetos y está sustituido por Google?
2 comentarios:
Con tu permiso lo enlazo en FB. Es muy "lindo".
El lenguaje es el vehículo del pensamiento, así entre más limitado nuestro lenguaje más limitado nuestro pensamiento. Saludos
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