
El humanito desea fundirse en el futbol, en el sexo, el poder, la salud, en lo que sea, tiene la ilusión de llevárselo a la boca, al bolsillo, al interior de la mente, al sentimiento: Eros.
Liberarse de todo, es otra necesidad. Tánatos.
La sensación propia de su naturaleza, de que las cosas se le escapan lo hacen deseante. Es a lo que Freud llamó pulsión de vida o Eros.
Como las cosas se escapan, el momento en que se hacen inalcanzables coloca una puntuación en el impulso del deseo, un momento de ambigüedad. A esto Freud lo llamó Tanatos o pulsión de muerte.
Como vemos, no se trata del sexo ni de la muerte sino del eterno deseo y sus puntos y comas necesarios para seguir adelante.
¿Deseo de qué, por lo tanto? – Deseo de desear.
No hay comentarios:
Publicar un comentario