
Entre otras cosas, en la psicosis falla la represión.
En el discurso del psicótico encontramos una lucidez extraordinaria debido a que el inconsciente no halla resistencias para manifestarse.
Eso lleva a veces a la idealización de la psicosis como una forma de libertad que se opone a la represión.
El levantamiento de la represión puede ser una virtud, como se aprecia en la superación de los conflictos de la neurosis, productora de confusiones, temores y bloqueos del pensamiento, permitiendo la manifestación de lo inconsciente; pero en la psicosis tiene el hándicap de que no permite el funcionamiento del yo como productor de unidad en la personalidad.
El Yo lucha por sostener una relativa unidad en el pensamiento. Si todos los contenidos inconscientes se manifestaran al mismo tiempo, se fragmentaría el sujeto.
Es necesaria esta síntesis imaginaria que permite sostener ilusiones.
La libertad que se adjudica a la psicosis cuando se la idealiza, supone un sujeto liberado del determinismo.
En efecto, la libertad ha sido considerada como una noción puramente ideológica por filósofos como Nietzsche y Spinoza.
Nietzsche consideró que ver un sujeto dotado de libertad es “una metafísica de verdugos”. Se le dice que es libre para hacerlo responsable. Dice este pensador que no se pueden superar las causas de la conducta: “El que niegue el determinismo es un tonto, el que lo sienta está loco”.
Estamos sometidos a lo que nos determina, negarlo intelectualmente es ser tonto. Sin embargo no es posible sentirlo, percibirlo en uno mismo, por eso quien lo siente está loco. Estos son para él los límites de la libertad.
La ilusión es necesaria para el sujeto, pero sentir que es una ilusión y no una realidad es locura.
También lo decía Borges a su manera:
“No sé si existe el libre albedrío. Prefiero pensar que sí, que no soy el resultado de un encadenamiento infinito de causas”.
Sentía la ilusión, no era un loco; pero daba a entender que podía estar determinado, no era tonto aunque le ilusionara tener libertad.
2 comentarios:
Entonces ¿Spinoza era un tonto? Es una discusión que he tenido muchas veces con mis amigos. Nadie tiene culpa ni mérito. Para empezar uno no elige los pensamientos antes de tenerlos. Generosidad y egoísmo son la misma cosa en principio.El egoísta ve el valor de su pequeña riqueza, el generoso ve la riqueza en el compartir, en el reconocimiento de los demás (o de él mismo). Si lo ves, lo ves; si no lo ves, no hay remedio. Nadie elige desde una posición cero o neutra, sino que se parte de una posición ya marcada. Por eso suelo sentir compasión por los criminales y me río de los vanidosos.
Mobesse:
Hola. Creo que cometí un lapsus en la redacción de quién es tonto y quién es loco. Voy a corregir el texto más tarde. La idea de Nietzsche es que "El que niegue el determinismo es un tonto, el que lo sienta está loco". Está "loco" el que "siente" que su conducta está determinada porque va contra la ley de la subjetividad que nos obliga a sentir nuestras percepciones como verdades absolutas. (No podemos evitar percibir nuestra verdad subjetiva con el sentimiento de absoluto). Paradójicamente, al mismo tiempo nos dice: quien no entienda que toda conducta está sobredeterminada, es un "tonto". Está en este punto hablando del juicio.
Por lo tanto Spinoza no era un tonto, ya que entendía que toda conducta estaba sobre determinada.Estoy de acuerdo por lo tanto con su posición en las discusiones con los amigos. Lo de sentir compasión por los criminales y reirse de los vanidosos me parece una forma muy bella de decirlo.
Un saludo
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