Fragmento extraído de Entre la letra y la sangre. Ernesto Sábato. Seix Barral.
“Tendríamos que aclarar primero qué es este tiempo nuestro. No creo que debamos hacerlo equivalente al siglo XX, pues la historia del espíritu humano no se la puede dividir en pedazos matemáticos. El espíritu de nuestro tiempo empieza a mediados del siglo pasado con la obra de escritores como Dostoievsky y pensadores como Kierkegaard y Nietzche, que son los que podríamos llamar los grandes “videntes”, pues son hombres que vieron antes que nadie, cuando todos vivían en la euforia del progreso, maravillados por la máquina de vapor y esas cosas, la formidable crisis que se avecinaba. Quiero decir la crisis del hombre, no la de la economía.”
Nuevamente Sábato aquí, como en otros lugares de este libro-entrevista, reivindica lo esencial de la subjetividad como fundamento del ser humano.
“Tendríamos que aclarar primero qué es este tiempo nuestro. No creo que debamos hacerlo equivalente al siglo XX, pues la historia del espíritu humano no se la puede dividir en pedazos matemáticos. El espíritu de nuestro tiempo empieza a mediados del siglo pasado con la obra de escritores como Dostoievsky y pensadores como Kierkegaard y Nietzche, que son los que podríamos llamar los grandes “videntes”, pues son hombres que vieron antes que nadie, cuando todos vivían en la euforia del progreso, maravillados por la máquina de vapor y esas cosas, la formidable crisis que se avecinaba. Quiero decir la crisis del hombre, no la de la economía.”
Nuevamente Sábato aquí, como en otros lugares de este libro-entrevista, reivindica lo esencial de la subjetividad como fundamento del ser humano.
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