
En el prólogo de Los nuevos centros de la esfera, William Ospina dice:
“Quienes padecen los males de un planeta integrado pero injusto, no creen tener derechos que reclamar; quienes se benefician de un intercambio desigual, no creen tener responsabilidades planetarias.”
Los unos sienten no tener derechos, los otros obligaciones. ¿Cómo funciona esto?
Desde un punto de vista marxista clásico es una relación de explotación, pero para que tanto el amo como el esclavo sientan natural su posición, tiene además que existir un asidero desde el punto de vista lógico en el propio pensamiento de las personas que participan en la situación.
Están inmersos en una paradoja. La pregunta es: —¿Por qué no la ven?
Si se acepta que la producción económica se basa en una asociación, la falta de percepción por ambas partes de la injusticia en la repartición de beneficios, es la que permite que ambos sientan natural su posición. Esta doble negación de la realidad es una paradoja lógica.
Vivimos en una cultura que siente natural la lógica bipolar de verdadero / falso, donada por Aristóteles a partir de la Grecia Clásica, por lo cual las paradojas nos resultan invisibles.
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