Es un síntoma, no una enfermedad.
Esta es al menos nuestra experiencia. Vemos que personas que han cursado depresiones crónicas provenientes en la mayoría de los casos de muchos años atrás, se resuelven con el tratamiento de psicoanálisis.
Muchas veces las depresiones están tan enquistadas en la personalidad, o por el contrario, son tan agudas y de tal intensidad, que el tratamiento de la neurosis emocional que la produce no está al alcance del tratamiento causal.
En estos casos, el tratamiento psiquiátrico ayuda al paciente a manejar y mejorar su estado de ánimo, hasta que en un momento dado se halle en condiciones de conversar sobre lo que le pasa, y ahí inicia su psicoanálisis, en la mayoría de los casos con buenos resultados, por lo general curativos.
Las actuales preocupaciones de las autoridades sanitarias sobre la salud mental, de todo punto de vista necesarias, están planteándose planes para el tratamiento y la prevención de la depresión.
La plantean como una enfermedad física o como una enfermedad mental en sí misma. A nuestro entender, se trata de un síntoma o conjunto de síntomas.
La cuestión es que si confundimos una manifestación o síntoma de una enfermedad, con la enfermedad en sí misma, es como estuviéramos confundiendo la fiebre que produce una infección, con la infección misma.
La fiebre es una situación anormal del organismo, pero está producida por otra anormalidad que es la infección que se ha producido en el organismo. La enfermedad es la infección microbiana, y la fiebre el aumento de temperatura que produce. Si no lo tenemos claro, terminaremos atosigando al paciente con analgésicos, que lo mejoraran por un momento, pero al siguiente se pondrá peor que antes.
Esta es al menos nuestra experiencia. Vemos que personas que han cursado depresiones crónicas provenientes en la mayoría de los casos de muchos años atrás, se resuelven con el tratamiento de psicoanálisis.
Muchas veces las depresiones están tan enquistadas en la personalidad, o por el contrario, son tan agudas y de tal intensidad, que el tratamiento de la neurosis emocional que la produce no está al alcance del tratamiento causal.
En estos casos, el tratamiento psiquiátrico ayuda al paciente a manejar y mejorar su estado de ánimo, hasta que en un momento dado se halle en condiciones de conversar sobre lo que le pasa, y ahí inicia su psicoanálisis, en la mayoría de los casos con buenos resultados, por lo general curativos.
Las actuales preocupaciones de las autoridades sanitarias sobre la salud mental, de todo punto de vista necesarias, están planteándose planes para el tratamiento y la prevención de la depresión.
La plantean como una enfermedad física o como una enfermedad mental en sí misma. A nuestro entender, se trata de un síntoma o conjunto de síntomas.
La cuestión es que si confundimos una manifestación o síntoma de una enfermedad, con la enfermedad en sí misma, es como estuviéramos confundiendo la fiebre que produce una infección, con la infección misma.
La fiebre es una situación anormal del organismo, pero está producida por otra anormalidad que es la infección que se ha producido en el organismo. La enfermedad es la infección microbiana, y la fiebre el aumento de temperatura que produce. Si no lo tenemos claro, terminaremos atosigando al paciente con analgésicos, que lo mejoraran por un momento, pero al siguiente se pondrá peor que antes.

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