
Se ha dicho en el ámbito del psicoanálisis que el sujeto es transitivo, lo que significa que cada nueva experiencia que vive lo deja modificado.
Desde este punto de vista, las experiencias del hombre con su medio, sean cuales fueran las situaciones en que se vivan, se resumen en una conversación con otro hombre.
Es propio de la naturaleza del lenguaje, que arma al sujeto, que la conversación sea una cosa viva que no deja indiferente a lo más profundo de la personalidad.
Como lo dice Borges en un verso: No se sabe qué palabra puede estar cargada como un arma.
Gracias a esta radicalidad potencial del lenguaje, es posible el tratamiento psicoanalítico.
Es propio de la naturaleza del lenguaje, que arma al sujeto, que la conversación sea una cosa viva que no deja indiferente a lo más profundo de la personalidad.
Como lo dice Borges en un verso: No se sabe qué palabra puede estar cargada como un arma.
Gracias a esta radicalidad potencial del lenguaje, es posible el tratamiento psicoanalítico.
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