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domingo, 9 de noviembre de 2008

UN CASO DE ANSIEDAD. FRAGMENTO DE SESIÓN DE PSICOANÁLISIS.





El proceso del sueño te protege del inconsciente que no estás preparado para ver:


Analista: Al dormir, se levantan también cosas inconscientes, pero el proceso del sueño te protege, enmascarando lo inconsciente evita que tengas pesadillas. Cuando falla el mecanismo de enmascaramiento, te da pánico la pesadilla, como todos sabemos.
A veces, lo que pasa con un alucinógeno, le pasa a la gente sin tomarse nada, porque el psiquismo no siempre está bien armonizado. Esas cosas suelen pasar. Una vez tuve una paciente que me decía: Ese día en que me dio el ataque de pánico, me levanté con una idea que nunca había pensado, una idea rara.
Volviendo a su pregunta sobre los recuerdos infantiles, en que usted duda de si lo que recuerda es real o de si lo habrá soñado, Freud hace toda su experiencia para poder decir que soñamos tanto de noche como de día. En el sentido de que de día también estamos sometidos a los procesos inconscientes. Cosa que es fuerte e interesante de pensar.
Lo que venimos diciendo, que la realidad, en cuanto sentido, como la vemos los humanos, por sí misma, no existe. El ser humano no puede evitar llenar toda realidad de un universo de sentidos, incluyéndose a él mismo. El mismo es una especie de invento de su imaginación. De la suya y la de sus interlocutores.
¿Qué hago con todo eso que soy? Bueno, a lo mejor no tengo que hacer nada porque tengo mi mente bien centrada. Pero, quién sabe si todo el mundo la tiene bien centrada y si tienes la suerte o la desgracia – depende de si estás o no bien centrado – de descubrir ciertos mecanismos de la mente. Cuando los descubres te puedes meter en un lío. Para más complicación, puedes no tener ni idea de lo que descubriste porque puede ser un proceso bastante inconsciente. A veces conscientemente sólo ves una parte, no se ha levantado totalmente la represión, pero sí lo suficiente para conmoverte.
Paciente: Curioso, el mecanismo del pensamiento. No se controla. Hablando de esto me viene a la cabeza una situación habitual, me voy a la cama y me pongo a pensar, siento que me va a pasar algo, no se por qué, y me pongo ansioso. Me voy al lavabo a refrescarme la cara, me voy a la cocina a tomar algo.
A: Usted me está diciendo que, ante este estado de cosas tan peculiar, no es raro que un día me vaya acostar tan normal y me encuentre de pronto con un espanto.
P: Yo digo, a ver si me da fobia la cama…
A: No es tan puntual como la cama, lo que te da fobia. Ante este estado de cosas, lo menos que te puede pasar es que te agarren ciertos pánicos. Es que esto es una cuestión verdaderamente muy extraña, como usted dice.
P: Tan extraña que te arrastra y te lleva a la perdición. Además que es incontrolable.
A: Es inconsciente, no se puede controlar.
P: Yo intento controlarme algunas situaciones contando al revés, por ejemplo desde 201, de tres en tres hacia atrás. Para intentar agarrarme a algo para que no se me vaya la cabeza, y así lo controlo.
A: Eso está bien, es un truco de conducta, puede calmar un rato, pero lo que resuelve es aprender a enfrentar lo peculiar de que existe lo inconsciente.

1 comentario:

SystemsThinking dijo...

El mejor experto del mundo: Una pena que el mundo a través de algún gran organismo no lo nombre Zar de la Drogra ó Zar de los Maltratos a los seres débiles, ó Zar de la Perversidad. Es decir Zar que destruiría en poco tiempo todos esos males. Es el Mozart, Beethoven, etc., del SABER del CAMBIO para el BIEN a través del subsconciente.