MUNDO
1438.
En los últimos viajes por las galaxias
cercanas descubrimos un mundo en que los habitantes estaban sometidos a una
forma económica elitista que privilegiaba la acumulación de bienes en un pequeño
porcentaje de la población.
Cuando llegamos al planeta, que tenía un aire
con 20% de oxígeno, similar al de La Tierra, pudimos despojarnos de nuestros
aparatos de respiración y acomodarnos agradablemente. Nuestra sorpresa empezó
de inmediato al vernos rodeados por seres humanoides llenos de curiosidad.
Pudimos temer su agresión, pero no se produjo.
Estaban en un estado lastimoso, desnutridos,
con poco que comer, en una vida sumida en la miseria, y viviendas que eras muy
primarias y sucias. Trabajaban en grandes establecimientos industriales donde
fabricaban todo tipo de cosas que no consumían ya que no estaban en sus magros
hogares. ¿A dónde iba toda esta producción? – A una especie de otro mundo donde
se gozaba de todas los comodidades. Los trabajadores pobres de las fábricas
recibían unos sueldos que apenas les permitían mal comer y escapar por el
momento de la muerte por algunas de las enfermedades que los rodeaban.
Nos pareció extraordinario que la organización
social de este mundo al que llamamos Mundo 1438, estuviera afectada por una
ceguera esencial en que los que mucho tenían no se daban cuenta que el
equilibrio de sus civilización estaba acosado por una estructura desigual, de
una gran fragilidad, y estaba sometido a un estrés que provenía de la percepción
inconsciente de esta situación de inminente peligro.
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