Páginas

leschnit@yahoo.es

sábado, 22 de septiembre de 2012

VIDA COMO OBRA DE ARTE.


FOUCAULT COMENTA LA ÉTICA DE LOS GRIEGOS CLÁSICOS.
Fuente: Le Nouvel Observateur, junio de 1984.

                                      El desayuno de Kichka, 1960, del artista Daniel Spoerri. Inspirado en el movimiento Dada, 
                                      el artista inmortalizó un desayuno que su amante había preparado, y desafiando la ley de 
                                      gravedad lo convirtió en obra colgándolo de una pared.

“Epíteto afirmaba que uno debería poder mirar a una joven hermosa o a un muchacho bello sin sentir deseo por ella o por él. Para conseguir esto era preciso convertirse en maestro de uno mismo.”

Me acuerdo de una vez en que estaba paseando por la carrera 6ª. de Cali en los años 80; les dije a dos jóvenes estudiantes varones señalando a una bella joven: Carne con símbolos. Esto produjo una general carcajada. Por algo producía hilaridad.

Me vuelvo a acordar de eso al leer el comentario de Foucault hablando que lo que preocupaba a las personas de la Grecia clásica, no era la noción de desviación sexual sino la de exceso, que ellos llamaban “la hybris”.
En su ética sexual la diferencia no estaba en preferir a los hombres o a las mujeres ni en hacer el amor de una u otra forma, sino en ser esclavo de los propios deseos o por el contrario, maestro de ellos. Criticaban el exceso como una forma de esclavitud, de falta del magisterio de sí mismo.

Este exceso es lo que hoy llamamos adicción al sexo.

Consideramos las adicciones en términos generales como una deficiencia del orden simbólico.
Como adictos al sexo los alumnos y el profesor se rieron al unísono, ya que no estaban acostumbrados a darle preeminencia al símbolo sobre el cuerpo. Sin embargo desde el punto de vista de la teoría del significante, si tenemos sexo es gracias a que la anatomía que nos ha tocado en suerte ha sido investida de símbolos. Este vestido de símbolos es el lugar material del deseo sexual y según los griegos no estaría mal tener conciencia de ello.
No me inclino a dejar por fuera dejarse llevar pasivamente por los símbolos que nos hacen ser, aunque tampoco por dejar de lado estar al tanto de que somos eso: Carne con símbolos ya que sin estos símbolos no seríamos ni siquiera carne, porque no existiríamos.

Foucault agrega el siguiente comentario relacionado con todo esto:

Lo que me sorprende es el hecho de que en nuestra sociedad el arte se haya convertido en algo que no concierne más que a la materia, no a los individuos ni a la vida; que el arte sea una especialidad hecha sólo por los expertos, por los artistas. ¿Por qué no podría cada uno hacer de su vida una obra de arte? ¿Por qué esta lámpara o esta casa puede ser un objeto de arte, pero mi vida no?”

Con lo que nos sentimos de acuerdo, porque consideramos que la determinación simbólica del ser humano es para éste, material de trabajo prioritario.

No hay comentarios: