En el campo de la salud mental, todo el mundo copia a Freud y le cambia de nombre. Algunos llegan a la impudicia de ir contra Freud, justamente allí donde lo copian.
Nuestros verdaderos adversarios, que sostienen otras concepciones del psiquismo, nos resultan más respetables, más allá de que en muchos casos los consideramos nulos.Por ejemplo, los conceptos de inconsciente y de transferencia, y el de estructura del lenguaje, construidos por Freud como los centros de su teoría, son utilizados al mismo tiempo que se les cambia el nombre sin pudor.
Este rebautizo espurio toma nombres como psicología del yo, terapia asertiva, psicolingüística, terapias energéticas, mágicas, holísitcas, esotéricas, etc.
De hecho, nos sorprendemos a nosotros mismos hablando de pudor en esta crítica, cuando nos hemos considerado apropiadamente libres de este sentimiento tradicionalmente ligado a una fijación moral.
2 comentarios:
Encuentro muy razonable tu post, es muy frecuente encontrar en los diarios y en la comunicación cotidiana, el uso inadecuado (la mayor parte de las veces) de conceptos freudianos.
En efecto Juan Manuel, creo que es lo que pasa con los pensamientos grandes, que pueden contenerlo casi todo, y eso se aprovecha para autoadjudicárselos. Con Freud pasa de forma notable.
Humanito
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